La procesión extraordinaria puso el broche de oro al 75 aniversario en San Isidro

El Señor de Algeciras volvió a desfilar de forma brillante por las calles de Algeciras. La noche volvió a ofrecer estampas únicas durante el recorrido. Esta procesión puso el cierre deseado al programa de actos del 75 Aniversario de la Hermandad Medinaceli- Esperanza.

La Plazoleta de San Isidro volvió a congregar a muchos algecireños para encontrarse con su gran devoción, Nuestro Padre Jesús Cautivo Medinaceli. Aunque, en los prolegómenos, a diferencia del Martes Santo, se podían observar los últimos preparativos. El paso del Cristo recibió ramos de flore muy especiales, siendo uno de ellos entregado por las hijas de Carlos Bravo Nogales, imaginero que talló esta imagen en 1943. Pero, quizás, la imagen más impactante fue la imagen del Señor portando la túnica blanca, con lo que se cumplía un viejo anhelo de los hermanos.

La cruz de guía salió puntual a las 20:00 horas. Tras la salida del centenar de hermanos de luz, comenzaron a desfilar los «bacalaos» de las representaciones de las Hermandades, de Algeciras y de la comarca. Veinte minutos más tarde, el paso de misterio cruzó el dintel de la Capilla a los sones de la Marcha Real. Ante un público entregado, el cortejo comenzó a cruzar las calles del barrio. Durante el recorrido, la Agrupación Musical «Polillas» de Cádiz deleitó al público con grandes marchas como «¡Oh, Bendita Estrella!, » Mi Cristo de Bronce» y «La Saeta».

La Hermandad salió del barrio bajando la Calle Montereros. El momento crucial de la procesión extraordinaria fue la entrada del «Señor de Algeciras» a la Iglesia de La Palma. En el interior del templo mayor, se sucedieron los rezos, las plegarias y los momentos de hermandad. Incluso, las Hermandades que residen en La Palma (Nazareno, Santo Entierro y La Palma) dedicaron bonitas palabras y entregaron recuerdos conmemorativos a la Hermandad de San Isidro.

La salida de Jesús de Medinaceli de la Iglesia, tras encontrarse con la patrona, marcó el camino de regreso a su Capilla. Una vuelta al barrio que fue muy especial. Sin embargo, tuvo también un gran obstáculo: había ya mensos público y los fieles ya esperaban el momento mágico de la entrada en el templo. Pero, los costaleros hicieron un esfuerzo importante y superaron las grandes dificultades del camino, los adoquines y nuevas calles del recorrido, como la Calle Libertad.

Finalmente, el Señor de Algeciras hizo entrada en su templo pasada la medianoche, no sin antes tener su último momento emocionante con sus fieles. Las marchas se sucedieron y dieron paso a las lágrimas de emoción. La procesión tocó a su fin, pero comenzó otra cuenta atrás: el Martes Santo de 2019. Pero, el 75 Aniversario ya forma parte de la bonita historia de esta Hermandad de barrio.

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